Jugar al Cuadrado: páginas

domingo, 6 de febrero de 2011

El placer de perder

Hoy aparece en el País Semanal un reportaje/entrevista a José del Rocío Millán, un investigador especializado en unos dispositivos capaces de analizar el pensamiento humano y transformar esos pensamientos en órdenes operativas a máquinas, lo que abre la puerta a la posibilidad de realizar acciones físicas, movimientos, mediante el control mental. Realmente interesante.

Pero una de las cosas que me han llamado más la atención es la respuesta a la reflexión del entrevistador
"Hay máquinas que hacen cosas mucho mejor que los humanos. Calcular o jugar al ajedrez y ganar al campeón del mundo", a lo que del Rocío Millán replica "El primer caso se explica por mera potencia de cálculo. Y en cuanto al ajedrez, ¿qué me dice del placer de jugar aunque se pierda?"

El ajedrez como medio para demostrar que la máquina es capaz de superar al hombre. En el siglo XVIII cobró bastante fama un autómata capaz de vencer al ajedrez. El autómata se conocía como "El turco" y se demostró que en realidad era una farsa, y que en el interior del autómata se escondía un experto ajedrecista.


Durante el siglo pasado el ajedrez fue una importante arma de propaganda asociada a la guerra fria. Los sesentaycuatro escaques eran de dominio soviético hasta la aparición del gran Bobby Fischer. Los duelos Fischer/Spassky en 1972; o el de Karpov/Korchnoi (que había huido de la URSS y jugaba bajo bandera suiza) en 1978 acapararon la atención informativa. Pero tras la caida del muro de Berlín había que encontrar un nuevo foco de atención para el ajedrez. Y aparecieron las primeras computadoras con programas lo suficientemente potentes como para poner en aprietos a un ajedrecista de primera linea. En 1996 "Deep blue" (IBM) conseguía ganar una partida nada más y nada menos que a Gary Kasparov.


Esta bien. Una computadora fue y es capaz de ganar al ajedrez, pero no fue una computadora la que inventó ese maravilloso juego. Y me quedo con la reflexión de José del Rocío
¿qué me dice del placer de jugar aunque se pierda?