Jugar al Cuadrado: páginas

lunes, 12 de septiembre de 2011

VACACIONES y A JUGAR

¡Vacaciones!¡Larguémonos de la gran ciudad! Maletas, bolsas, ropa cómoda, ¡los bañadores!...complementos, gafas de piscina, una bolsa con picoteo y bebida fresquita para el viaje en coche si se han de recorrer bastantes kilometros...¡eeeeep!...¡no te olvides de un par de libros y, sobretodo, algunos juegos!... A veeeeeeeeeer.....a la maleta van Catan, Dungeonquest, King of Tokyo, Mamma Mia, Ritmo y bola, Rapidcroco, Dobble y Robin Hund.


Este año repetimos destino. Moratalla, un pueblecito del interior de la Comunidad de Murcia. Concretamente a un lugar denominado «La Caraba», un complejo familiar de turismo rural  ideal para pasar unos días con los niños. Lo descubrí ya hace algunos años, dado que en él la Asociación Española de Jugadores de Scrabble (AJS) organizó un campeonato en el que participé. Unas casitas sencillas y bien cuidadas, un par de piscinas con zonas para los más pequeños, un campo de futbol sala y basket (en un estado óptimo), mesas de ping-pong (en un estado discutible), un pequeño pero suficiente parque infantil, un entorno ajardinado muy cuidado, y sobre todo, unos cuantos animales variopintos que hacen las delicias de los peques: gatos y gatitos, una cabra, un par de borreguitos - el año pasado eran otros y prefiero no saber cual fue su destino-  conejitos, gallinas y un gallo, un par de patos y una oca, algunos pavos reales, cerdos vietnamitas, un tranquilo pony de nombre «Pedrín» y un ciervo que tiene la mala costumbre de berrear a horas intempestivas (nada a lo que no te acostumbres tras la primera noche, la verdad).

Animales y borreguitos
 El viaje transcurrió con normalidad, en un dia afortunadamente nuboso, así que no sufrimos el calor asfixiante que temiamos a medida que ibamos hacia el sur. Lo malo es que ese tiempo decidió empeorar, y por lo visto le gustó nuestro destino ya que se quedó con nosotros un par de dias descargando una lluvia abundante. Pero, ¡quién teme a la lluvia cuando dispone de algunos juegos!¡Ja, me rio yo de las inclemencias! 

No tenía buena pinta, no
Pero vamos con los juegos. El gran triunfador de nuestras cortas vacaciones ha sido un juego de cartas, «Mamma mia» de Uwe Rosenberg (editado en español por Homoludicus), creador de uno de los mejores juegos de gestión de recursos, «Agricola». 

¡Mamma mia! Cosa fai con questa carte!
 «Mamma Mia» es un sencillo juego de cartas en el que la memoria juega un papel importante. Cada uno de los jugadores tiene un grupo de cartas que representan las pizzas que deben conseguir hacer. Cada jugador va jugando cartas de ingredientes en un mazo común y cuando cree que en ese mazo hay los ingredientes suficientes para completar alguna de las pizzas que tiene en mano, puede en su turno jugar esa carta en la pila (denominada horno). Hasta el final de la ronda (una partida consta de tres rondas) no se va a comprobar. A medida que las pizzas se hacen, los ingredientes se gastan, así que si quieres que tu pizza se haga correctamente debes estar bien atento a la cantidad de ingredientes que los jugadores van utilizando, y cuantos van a ser gastados por pizzas que se harán antes que las tuyas. Un auténtico reto a tu capacidad de retención.

Jugamos decenas de partidas. A mis hijos, sobretodo al mayor, les encantó el juego. También jugamos bastantes a los party de Asmodee. «Ritmo y bola» repetía del año pasado, al igual que «Rapidcroco». Juegos divertidos y rápidos, al igual que «Dobble».

Buscando al cocodrilo delincuente
 «King of Tokyo» (Homoludicus) también vió mesa en varias ocasiones. Un juego rápido de dados. Partidas de 30 minutillos, divertidas y locas, con unos monstruos luchando por conquistar Tokyo, al mejor estilo de las películas de serie B. Imagino que pronto le dedicaremos una reseña más en profundidad.

En plena destrucción. ¡Es algo que se les da la mar de bien!
 Un par de partidas de «Catan» (Devir), un par de «Robin Hund» (este juego de HABA empieza a quedarseles pequeño a mis churumbeles) y un «Dungeonquest» (Edge) completaron las raciones de juegos entre piscina, futbol, ping-pong y barbacoas. 

Y finalmente nos despedimos de «Pedrin» y de nuestro amigo el ciervo, ofreciendoles un buen desayuno a costa de la verdura que había sobrado de nuestra estancia, y de nuevo ¡camino a la gran ciudad! 

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