Si preguntas por la calle a una persona desconocida qué juegos de mesa conoce, lo más fácil es que como respuesta (si es que no te mira extrañado, piensa que estás loco y no te haga ni caso) te nombre juegos como el ajedrez, las damas, el parchis, la oca... Es muy posible que te hable del Monopoly, del Trivial, del Party o el Pictionari, Scrabble, tal vez el Risk, o incluso Abalone...Juegos que con tiempo se han convertido en "clásicos". Y cada vez es menos extraño que en la respuesta pueda incluirse algún juego más moderno como Catan, Carcassone o Aventureros al tren. Todavía hay un gran público que no los conoce, y a los que aún se los hemos de proponer y explicar, pero cada vez es más habitual que venga gente a comprarlos porque ya los conocen (los han jugado con alguien, o se lo ha recomendado un amigo). Y son juegos que enganchan. Tres buenos juegos para entrar en el amplio mundo de los modernos juegos de mesa.
Ah ¿Que no conoces Catan? Pues sigue leyendo. Y si ya lo conoces, tal vez lo siguiente pueda despertar tu deseo de volver a jugarlo.
Imagínate en la época de los viajes de descubrimiento. Imagina una isla a la que diversos imperios han llegado simultaneamente. Imagina una isla rica en materias primas. Eso es Catan. Y vamos a intentar ser los más hábiles en posicionarnos en la isla. Y nuestra mejor arma no es bélica: es el comercio, la hábil negociación, ...¡y algo de suerte tambien!
Una tirada de dados al principio de cada ronda va a permitir el abastecimiento de algunas ciudades, que recibirán materias primas. La combinación de diversas materias primas permite desarrollar nuestra civilización: construir nuevos caminos, nuevas aldeas, o convertir viejas aldeas en ciudades. Descubrir avances como la universidad o el comercio. Pero es fácil que en nuestra expansión obtengamos excedentes de una materia prima y en cambio tengamos acceso limitado a otra. Aquí entra una de las características que hacen de Catan un juego especial dentro del mundillo de los juegos de mesa: la negociación con los demás jugadores. Una negociación directa y cambiante. En unos momentos desearás conseguir una materia prima, y en otra ocasión tendrás excedente de ese mismo producto. Tendrás que decidir con quien y cómo comerciar para obtener el mayor rendimiento posible. Tendrás que olvidarte de tus escrúpulos y convertirte en un comerciante despiadado. ¿O no? Tal vez el camino de la concordia te sea de más ayuda. Esa es tu decisión.
Una partida de Catan puede durar unos 90 minutos. Tal vez su mayor problema es que se necesita un mínimo de tres jugadores para hacer una partida. Pero vamos, una comida o una cenita con los amigos o la familia, y en la sobremesa un Catan es un plan al que yo no diría que no. Te lo recomiendo.
Y a partir de ahora, si alguien te aborda por la calle y te pregunta "¿Qué juegos de mesa conoces?" no le trates como a un loco y dile "me han hablado muy bien de Catan".
ESSEN 2024
Hace 2 meses
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