El martes pasado, 23 de agosto, nos visitaron Raul y Pablo con la sana intención de probar algunos juegos. Los dos son grandes aficionados a los juegos de mesa y tenían ganas de conocer alguna novedad.
Para empezar les propusimos jugar a "La isla prohibida" (DEVIR), juego cooperativo del que hay un artículo en este mismo blog. La idea de juego cooperativo es algo que está entrando con bastante fuerza en el mundillo de los juegos, y es apreciable el número de personas que vienen a JugarXJugar preguntandonos por ellos.
"La isla prohibida" |
Así pues, tras la explicación del juego nos pusimos manos a la isla. "La isla prohibida" se explica bastante rápido, y en quince minutillos estábamos en el meollo. Raul se convirtió en "mensajero", Pablo en un experto "piloto" y yo en "explorador" (son algunos de los posibles personajes cuyas habilidades vamos a tener que explotar). Personalmente, me gusta mucho este juego ya que las partidas suelen ser bastante apretadas y tienes la sensación de ir realmente en una lucha contrarreloj. Fue una partida muy entretenida, jugada al nivel más sencillo, y conseguimos una victoria suficientemente holgada. Tuvimos suerte con el orden en que nos llegaron las cartas y en la aparición de las inundaciones. Está claro que Raul y Pablo son dos jugadores con un buen bagaje, y que en otra ocasión no estará de más elevar el nivel de dificultad.
"7 Wonders" |
Tras la partida, les propusimos otro de los juegos que están triunfando ultimamente, el juego "7 Wonders" (ASMODEE), un juego de cartas muy interesante, sencillo en su concepción, de partidas rápidas y que funciona como un reloj suizo. En este caso fue Jordi quien ejerció de anfitrión y tras la imprescindible explicación de reglas, manos a la obra, a construir la maravilla. "7 Wonders" es un juego de civilizaciones que se desarrolla unicamente con cartas. Cada jugador tiene una de las siete maravillas del mundo antiguo para construir. Cartas de materiales, compras de materias primas a civilizaciones vecinas, guerras, descubrimientos científicos y arquitectónicos, todo se desenvuelve rapidamente ya que el turno es simultaneo por parte de los jugadores y las acciones se resuelven con gran velocidad. Una partida puede tener una duración media de unos 45 minutos.
Por lo que vi, Pablo se centro primero en conseguir materias primas y luego empezo a concentrarse en construir edificios, sin apenas gasto. Jordi tomó el camino bélico y consiguió unas cuantas cartas de ejércitos. Raul picaba un poco de aquí y un poco de allí. Me tuve que ir antes de que la partida acabase, pero me fui con la impresión de que nuestros visitantes pasarón una buena tarde con nosotros. Y lo mejor de todo, comprobar dia a dia como el gusanillo del juego se extiende, constatando que padres e hijos pueden compartir momentos geniales gracias al juego de mesa.
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