Jugar al Cuadrado: páginas

jueves, 19 de enero de 2012

PITCH CAR: carreras con energía digital

¡Qué tiempos aquellos, cuando bajabamos a la calle y, mira tu, resulta que no estaba ni asfaltada, y apenas pasaban coches por ese callejón!

Aún recuerdo mis años de infancia en la calle Decano Bahí, una pequeña calle de tierra, en plena Barcelona. Quedabamos los chavales del vecindario y jugabamos a cualquier cosa y con cualquier cosa. Y una de nuestras diversiones favoritas era marcar en el suelo una pista dibujandola a base de arrastrar el zapato (para disgusto de nuestros progenitores, que notaban el inusual desgaste del calzado). Entonces sacabamos del bolsillo nuestra chapa de carreras, una chapa perfecta, sin dobleces, que habiamos conseguido al suplicar en casa que abriesen la botella con cuidado para no dañar nuestro preciado coche de carreras. Y la decorábamos, y le poniamos un número, cosas de chiquillos. Y, venga. La golpeabamos con el dedo intentando no salir del trazado. ¡Pura tecnología digital, oiga!.

Pero hoy en día, cualquiera encuentra una calle sin asfaltar. Casi ni los parques tienen tierra. Así que, ni corto ni perezoso, a Jean du Poel se le ocurrió trasladar el circuito del suelo a la mesa, y a la casa Ferti se le ocurrió editar la propuesta y así nació «Pitch Car».



«Pitch Car» no es más que eso, una versión moderna de las antiguas carreras de chapas. La pista se construye con tramos de madera, al estilo de un Scalextric pedestre. En vez de chapas de botella, unas fichas de madera, y ¡a jugar! Un juego muy divertido y apto para todo tipo de público

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